PUEBLOS PARROQUIANOS: VERÓ O CORRAL DE BAYETO
Por Audilio González Rozada |
tienen por sí, de atrayente, gran belleza; con vistas maravillosas, frescas y abundantes fuentes y arboledas.
En todo, por su esplendor, no figura ninguno destacado; ya que unos ganan en sol, y otros en buenos productos o ganados.
El que a mí me vio nacer, es como un mirador amplio y especial; pues desde él se puede ver, el paisaje bello y vario parroquial.
Situado en lo más alto del sector no mui solar de la misma; tiene enfrente a los poblados del Escobal, Colláu'scobal y Casacima.
Así como a La Payega, Argayaes, Seca l’Agua, Vasulián; Rezaleru, Vallica l’Agua y Cascayal.
Por ello el nombre de Veró, y el de Corral de Bayeto que igual tiene; se debe a quien lo inició, por bayetas que en su atuendo se pusiere.
De él a La Rebollá, hay un kilómetro largo de trayecto; a la Iglesia, dos o más, y a Sotrondio, cinco y algo, bien cubiertos.
Tiene buena carretera teléfono, agua en casas, tiene luz; una riqueza completa, y aire puro, que recarga la salud.
También vegas espaciosas, con parcelas dedicadas a labor; unas con algo de sombra, y otras mejor orientadas siempre al sol.
Como El Barrerru, La Yana, La Llosa baxo, El Lerón, La Llosona; La Plana, Cueta, la Canga, La Payeguina, El Bortón y La Compra.
En frutales no escasea, con nueces, “piescos”, ciruelas y manzanas; gran variedad de cerezas, higos, avellanas, peras y castañas.
Posee muchos manantiales, rica flora, monte extenso de buen pasto; donde un tropel de animales completan su alimento con sus prados.
Entre los que hay que nombrar: Los Praúcos, Prau la Xerra, Prau falcón; Xerru Bayuetu, Prau Llugar, La Llosica, La Cantera y El Peñón.
Llamargones, Corderea, Piedra Yana, Les Galleres, Los Grilleros; Praúcu, Pieza Fondera, La Peña, Cantu les Biesques y Los Heros.
Todo ello fue en otro tiempo, con esfuerzo generoso, trabajado; estando, en estos momentos, casi todo, en cierto modo, abandonado.
El lugar que tenía gentes, con familias numerosas y esmeradas; se
reducen a presente,
como José “El Llargu”, Alfredo, Miguel, Cándidos, Tomás Y Florenta.
Mino, Plácido, Joaquín, Urbano, Braulio, Vicenta, Maximina; Carmen, Severo Martín, Marías, Eugenia, Teresa y Agustina.
Celsas, Alfredo “Coletu”, Vicente, Aurora, Hortensia y Sagrario; Arsenio, José “El Gallegu”, Chepe, Benigno, Josefa y Fernando.
Perdónenme los que faltan, pues son muchos sin nombrar los que quedan; todos los de edad mediana, mocedad, algún chaval y la "reciella”.
De tantos, actualmente, sólo residen allí con Laudina; que ya está bastantes veces, Mari, Amada, Ramonín Y Victina.
Los demás marchamos todos, por razones fácil siempre de explicar; pero al pueblo, aún de este modo, no podemos, aunque ausentes, olvidar.
Por eso, cuando podemos allá vamos, recorriendo sus espacios; a veces por simple asueto, y otras citados con tiempo, para algo.
Así, en el mes de noviembre, a él llegamos a “conceyu” sin desgana; para, con sidra y biuen temple, comer algún "amagüestu" de castañas.
Pero lo mejor del año, es la estupenda COMIDA DE HERMANDAD; que lo de allí ORIGINARIOS, celebramos siempre en día fijo ya.
Tosos sabemos la fecha invariable, el primer sábado de junio; para acudir, el que quiera pasar tal tiempo, animado, con los suyos.
Cada vez homejeamos a una persona mayor, allí nacida; y en torno a ella disfrutamos, con paz, cariño y amor, de tal comida.
A ella asisten los nativos, a ella asisten los que habitan o habitaron; a ella asisten, de los mismos, descendientes que residan alejados.
Ya vamos para la octava, y cada vez percibimos gratamente; que en todas ellas se palpa, el sentir de estar unidos para siempre.
Que sigamos muchos años, es de todos el deseo general; viendo en presente el pasado, y el pueblo en nuestro recuerdo hasta el final.
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